El TGD o Trastorno Generalizado del desarrollo tienen en común una asociación de síntomas conocida con el nombre de tríada de Wing, del nombre de la investigadora inglesa que probó mediante un estudio clínico y estadístico que esta asociación de tres categorías de síntomas aparecía más a menudo de la simple casualidad porque se trataba, en efecto, de un síndrome (conjunto de síntomas que actúan en conjunto). Son:
- Trastornos de la comunicación verbal y no verbal: no responde a su nombre, no puede decir lo que quiere, está retrasado/a en su lenguaje, no sigue consignas, a veces parece oír y otras no, no señala ni saluda.
- Trastornos de las relaciones sociales: no utiliza los juguetes de forma convencional, mantiene juegos extraños, prefiere jugar solo/a, no se interesa en otros niños, hace poco contacto visual, parece estar en su mundo, no presta atención.
- Centros de interés restringidos y/o conductas repetitivas: repite las actividades una y otra vez, pone las cosas en fila, hace berrinches, es hiperactivo, es oposicional y no colabora, realizan movimientos raros o incontrolados, es hipersensible a ciertas texturas o sonidos, camina en punta de pies
Para el CIE-10[1], los TGD (código F84) se definen como un grupo de trastornos caracterizados por alteraciones cualitativas de las interacciones sociales recíprocas y modalidades de comunicación así como por un repertorio de intereses y de actividades restringido, estereotipado y repetitivo. Estas anomalías cualitativas constituyen una característica previsiva del funcionamiento del sujeto, en todas las situaciones.
- Trastorno del Espectro Autista (TEA)
- Síndrome de Rett
- Trastorno desintegrativo de la infancia
- Síndrome de Asperger
- Trastorno generalizado del desarrollo no especificado.
La severidad de los síntomas varía de una persona a otra (de ahí la
subdivisión actual en 5 categorías). Por tanto, es posible que varias personas
que presenten dificultades de intensidad muy variables reciban el diagnóstico
de TGD. De ahí la noción de "espectro autista" para designar la
extensión de los trastornos característicos de los niños con TGD.
La clasificación DSM-IV[2]
permite utilizar el diagnóstico de "trastorno generalizado del desarrollo
no especificado" (TGD-NE) para dar cuenta de situaciones en que los
trastornos no están presentes más que en dos de las tres categorías de
síntomas, o hasta en una sola de los tres.
Así, los trastornos de comunicación pueden ir del mutismo total con
incomprensión del lenguaje hablado y escrito y ausencia de gestos congruentes
al humor, a dificultades de comunicación que se engloban esencialmente en la
comunicación verbal (en particular en el aspecto de la comprensión de los
mensajes implícitos) y no verbal (comunicación gestual, expresiones del rostro)
y en la adaptación al interlocutor. En estos casos, el vocabulario puede ser
incluso preciso, hasta pedante, y el tono de voz o la entonación pueden parecer
extraños, pero no son criterios obligatorios. Los trastornos de la
socialización pueden ir desde la ausencia de búsqueda de contactos sociales
(incluso para satisfacer necesidades fisiológicas como el hambre), hasta
situaciones en las que la persona intenta tener amigos pero no sabe cómo
hacerlo, o bien es presa fácil de la picardía de los demás debido a una gran
ingenuidad (muy superior a la que se podrían esperar en una persona de la misma
edad y CI similar).
Finalmente, los centros de interés restringidos y las conductas
repetitivas pueden variar también, desde situaciones en las que la persona no
se va a ocupar más que de conductas repetitivas y no funcionales (actividad de
recuento, estereotipias gestuales, tics, muecas, deambulación, etc.) hasta
perseverancias, dificultades en abordar otros asuntos de conversación aparte de
los centros de interés de la persona, o compulsiones, obsesiones que pueden
evocar a primera vista un trastorno obsesivo-compulsivo. En las formas menos
severas de TGD sucede que la persona afectada se dé cuenta del carácter fuera
de lo común de sus centros de interés, y desarrolla estrategias para
disimularlos, o disminuir el impacto sobre su vida social.
Los niños con TGD constituyen, pues, a pesar de los intentos de
clasificarlos debidamente, un panorama muy heterogéneo y en el que el Autismo
tiene un papel protagonista dadas sus peculiaridades y características. De
hecho TGD y Autismo se utilizan en la práctica de forma sinónima, si bien, hay
que insistir en que el Autismo está integrado dentro de los TGD.
Para finalizar, les compartimos un video:
Para finalizar, les compartimos un video:
[1] Clasificación internacional de enfermedades, décima versión.
[2]
Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (en inglés,
Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, DSM) de la Asociación
Psiquiátrica de los Estados Unidos (American Psychiatric Association) contiene
una clasificación de los trastornos mentales y proporciona descripciones claras
de las categorías diagnósticas, con el fin de que los clínicos y los
investigadores de las ciencias de la salud puedan diagnosticar, estudiar e
intercambiar información y tratar los distintos trastornos mentales. El IV se
refiere a la versión.
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